Asistencia Farmacéutica
Reflexiones Seguifarma (por Benny Fernández)
Una periodista y un farmacéutico conversando sobre Farmacia y mucho más
Una de las tareas más complejas de la profesión farmacéutica es la asistencia al paciente detrás del mostrador. Como todo servicio de atención al público tiene sus retos. El nivel de exigencia en muchos casos sobrepasa lo tolerable. Claro que esto se compensa con otras actitudes agradecidas de pacientes más que fieles.
Permanecer tras el mostrador, en la atención al público, requiere un sincero y meditado reconocimiento de las capacidades y habilidades propias. La exposición constante al paciente desgasta y mucho; pero también procura satisfacciones.
El profesional detrás del mostrador: 7 requisitos
La asistencia farmacéutica que proporciona el boticario (y el personal de la farmacia en general) detrás del mostrador no es tarea para todo el mundo. El perfil requiere:
- Saber poner límites desde la empatía de entender la situación del paciente. Todos en algún momento somos pacientes. Todos. Ayuda aplicar la máxima de dar el trato que te gustaría recibir.
- Cierta actitud “solucionadora”. El paciente debe obtener lo que necesita o en su defecto, la orientación adecuada para conseguirlo. No te enfrasques en los “no hay”, “está mal”, “no lo tienes” y ¡halla una solución que deje satisfecho al paciente!.
- Dar seguimiento a las situaciones puntuales que merezcan especial atención. Las personas en general agradecen que se les recuerde. Especialmente si hablamos de la salud de los miembros más vulnerables de las familias: niños, ancianos y pacientes polimedicados.
- Paciencia. En especial con las personas mayores a las que hay que repetirles todo una y otra vez. ¡Incluso hay que adivinar a qué medicamento se refieren cuando te hablan de “la caja blanca con letras azules”! . En estos casos, el tip esencial es preguntarse: ¿Cómo te gustaría que trataran a tus padres?. A partir de ahí: no perder la calma y repetir nuevamente.
- Transmitir seriedad y conocimiento actualizado. No hay nada más halagador que ser considerado un farmacéutico/a de referencia en la categoría asignada en la farmacia. Para ello hay que permanecer en estado constante de formación y saber trasmitir dicho conocimiento con el debido rigor.
- Capacidad de escucha activa lo que entre otras cosas implica no emitir juicios de valor. No son de nuestra incumbencia las situaciones personales que llevan al paciente a un estado x. Nuestra labor simplemente es escuchar para ser capaces de proporcionar el consejo farmacéutico idóneo.
- Compañerismo. Tener claro que la atención al paciente es cosa de todos. Los errores no son de una persona concreta. Son situaciones a resolver para el buen funcionamiento del grupo. Recuerda siempre que ante los ‘errores’ como profesional, “mañana puedes ser tu”. Por tanto ponte en los zapatos de tu compañero/a y contribuye a solucionar la incidencia sin buscar ni apuntar culpables. Obviamente hay casos y casos. Hay de todo “como en botica”.
7 requisitos recomendables tras el mostrador: empatía, perfil solucionador, seguir casos especiales, seriedad y conocimiento actualizado, paciencia, escucha activa, compañerismo. Clic para tuitear
La Asistencia Farmacéutica: Pros y Contras
En una interpretación personal del concepto de atención farmacéutica uno acaba teniendo claro que con el paso del tiempo se llega a masterizar la asistencia farmacéutica. Aprendes a “leer” a pacientes y compañeros. A los primeros porque llevas “toda la vida” atendiéndolos. A los segundos porque por donde ellos pasan has pasado tu. Cuestión de edad. O simplemente porque los años de ejercicio te hacen escuchar el lenguaje particular de la botica. Cuantos más años, mejor se escucha.
Seamos realistas. El trabajo también tiene sus contra. Dolor de piernas, dolor de espalda, varices y otras dolencias no menores. La sucesión de guardias y jornadas de doce horas causan su efecto física y anímicamente, pero como todo en la vida.
Hay que valorar los ‘contra’ pero también los ‘pro’. El principal es sin duda la satisfacción profesional de contribuir al buen estado de salud de la comunidad. Dispensar para curar pero también ayudar a prevenir.
Atender al paciente en la Oficina de Farmacia es mucho más que dispensar medicamentos. Es asesorarle en sus necesidades, además de estar al tanto de su evolución en términos farmacológicos.
Con el paso del tiempo, aprendes a escuchar el lenguaje particular de la botica. Cuantos más años, mejor se escucha.
Dispuestos al cambio
La profesión va cambiando. El paciente también. Hay cosas del cambio que con años de perspectiva se valoran con escepticismo aunque todo depende siempre de cómo se mire.
La situación es clara: hay que adaptarse, aprender y fluir con el cambio. Corren tiempos en los que el paciente está en el centro de la asistencia sanitaria (el tan extendido concepto de Paciente empoderado). La tecnología además hace que el paciente esté ahora más informado. Google lo facilita aunque no siempre de forma rigurosa. ¿Cómo se adapta un profesional sanitario a esto?. Formándose y aprendiendo constantemente para seguir siendo –en el caso del farmacéutico– la fuente fiable del consejo farmacológico.
De lo que vendrá ya hablaremos. De momento toca seguir coleccionando saberes, historias y anécdotas tras el mostrador para que en botica siga habiendo de todo.
😉¡Gracias por compartir este post!😉
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